Cuando adoptas, salvas a un animal amoroso haciéndolo parte de tu familia y le abres un espacio de refugio a otro animal que podría necesitarlo.

Los refugios están llenos de animales felices y saludables que esperan que alguien los lleve a casa. La mayoría estos animales terminan allí debido a un problema humano, como una mudanza o un divorcio, no porque ellos hayan hecho algo malo. Muchos ya han recibido formación en casa y están acostumbrados a vivir con familias. Ellos esperan que alguien como tú les brinde una nueva oportunidad.

Abre tu corazón y tu hogar, di si a la adopción responsable, y si no puedes adoptar considera la oportunidad de ayudar o apadrinar. Nuestros amigos peludos te lo agradecerán.